viernes, 6 de febrero de 2009

Círculo de Escritores de la Cisterna

Él
(A mis amigos del Círculo de Escritores de La Cisterna)
Presumido hasta decir basta,
quejumbroso de amores,
en el mismo sofá de siempre,
como cabecera de mesa,
trabajando hasta el Domingo,
llorando con inquietud,
vergonzoso de cuerpo,
alborotador de partidos,
orgulloso de sí mismo,
maquinador de pasiones,
ese es él.

Y en un minuto envejece con el tiempo
Porque nadie vive como él.

Él, él, él.
Ese es él.

El que no persigue el olor de las flores,
ni encuentra la palabra perfecta,
el que no se esmera en conmover
y se deleita con los tambaleos de caderas,
el que ríe más de lo que siente,
pero cuando siente, siente de verás
el que tiene imperfecciones
y no se complica con detalles
ni disimula los rencores
ni vive de apariencias.

Él, él, él.
Y me apena que sea a él.

A quien mate la ebriedad
el cigarro y la nostalgia,
las ganas de amar,
el delirio y la añoranza,
la pendiente de su soledad.

Él, él, él.
Que sería de nosotras si no estuviera él.

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